El lenguaje de nuestros dedos.


En letargo vivían mis sentimientos,
pero bendigo al viento que destilo tu aroma
y lo abandono a mi lado,
creando un deja vu,
como abriendo una puerta a vidas paralelas.
Faltos de toda cordura, nuestros ojos se buscaron
y no necesitamos cruzar palabra alguna,
pues ya el viento había entregado su mensaje.
El gozo de lo deseado suspendió el tiempo,
mientras mis labios sedientos
se friccionaban uno contra el otro
imaginándose sobre los tuyos,
mis dedos sufrían su peor tortura
al no poder leer los secretos de tu cuerpo…
Lentamente, como hipnotizados,
nos tomamos de las manos,
tu mirabas mis ojos,
yo solo me distraía con lo erguido de tu pecho,
que pareciera ser torturado por tu blusa;
y sin más, me deje llevar sin preguntar.
Hoy mutuamente leemos en nuestra dermis,
palabras que nuestros ojos no pueden ver,
todo está escrito por detalles,
solo nuestros dedos lo saben leer;
durante la noche, la luz se ausenta
y nuestros dedos leen nuestros cuerpos
y se platican entre ellos
la belleza del paisaje recorrido.
Uno a uno los dedos de mis manos caen exhaustos,
después de recorrer
y saborear con su tacto
la miel del oasis existente en tu piel.
Al amanecer mis ojos te buscan
y te ven tan hermosa,
mientras nuestros dedos dulcemente se entrelazan.


INFORMACIÓN DE REGISTRO
SAFE CREATIVE
Identificador: 1905190932386
Fecha de registro: 19-may-2019 1:56 UTC
Autor: Juan Hernandez  

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