El panal de tu boca.
Me quede esperando el beso que nunca llego, ese beso que
deseaba cuando amigos fuimos y las palabras quedaron atoradas en mi garganta,
como deseo regresar ese momento.
Me quede con las ganas de conocer el sabor de tus labios, de
investigar si realmente sabían a fresa, de introducirme en el panal de tu boca,
platicar con la abeja reina que mora en él y preguntarle cuál es su polen
preferido para sembrar las flores que lo producen, cosecharlo
y ofrecérselo como dote a cambio de un beso. Si nos volvemos a
encontrar, ahuyentare mis miedos y suavemente con mirada fija en
tus ojos te diré con palabras moduladas que embelesen a
tus oídos “te propongo un trato, deja que mis labios se
posen en los tuyos el tiempo suficiente que dure el sol sobre mis ojos sin
parpadear y prometo alimentar a la abeja reina que produce la miel de tus
labios”.
Derechos de autor: Juan Hernandez.
Es bellísimo Juan.
ResponderEliminarEncontrar el alimento adecuado para alimentar un amor, así se asegura la producción de la exquisita miel de esos besos.
Gracias por compartir.
Un saludo.
Definitivamente,creo no hay nada mejor que eso, para mi es el postre ideal.gracias por tu comentario.
EliminarDefinitivamente,creo no hay nada mejor que eso, para mi es el postre ideal.gracias por tu comentario.
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