Tu nacimiento.
Tu nacimiento, no fue algo improvisado, sino la convergencia
de millones de milagros a través de los tiempos o si lo quieres, llámalo coincidencias… Coincidencias que se
liaron e hicieron nido en dos corazones que te buscaban y sin verte ya te
adoraban.
En ti guardo mi fe en DIOS, pues para crearte, primero
tuvieron que planear cortinas de suave brisa, que se convirtieron en tibia
lluvia que quiso vivir en la tierra, dándole vida a un suave cause de río…y de
los ríos se formó tu esencia,
después, partículas de polvo fueron exhalados por
el viento, solidificando tu cuerpo y millones de semillas murieron para darte
oxígeno y con ello, en ti guardó la fórmula perfecta para crear un milagro…el
milagro de la vida.
Así pues, aquí estoy,
admirando toda tu maravilla, describiendo lo grande que puede ser el
milagro de la vida, cuando a tu llegada acariciaste nuestros corazones y nos
fuimos sujetando a tus sueños.
-¿Que si creo en DIOS? ¿Qué sí creo en milagros? Me
preguntan… y como no creer, repito remarcadamente, si mi vida y la de mi alma
gemela, siempre están rodeadas por los mejores milagros creados por DIOS.- Aunque seamos tan pequeños en la bastedad del
universo, nos sentimos gigantes en su pequeño mundo.
Gracias, porque al respirar por primera vez, generaste la
chispa que ocasionó el incendio, que lleno con su luz eternamente nuestras
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