Mi sombra reverbera junto a la tuya.
Llevabas
puesta la sonrisa de la luna y tu caminar imitaba al trigo movido por el
viento. Deshojando mis anhelos, llegaste en el lomo de un deseo que era jalado
por el viento, como arnés le pusiste una vieja melodía, la que me trae viejos
recuerdos.
La atracción
hacia ti hizo nido en mi corazón. Sucumbieron las palabras,
impávido, las busque en los ecos de las poesías declamadas; me convertí en cazador de palabras, volaron como mariposas, en mi red las tenia, pero cuando
estuve frente a ti escaparon.
Sin embargo descubrí que
algunas dormían y fueron despertadas por un impulso desconocido e indescriptible, eran palabras que no nacen, se quedan esperando para emigrar a otros labios.
Cuando coinciden voluntades, la convicción de los deseos cohabitan y ahora mi problema es, como capturo el eco de nuestras sombras, si algún día partes, la mía necesitara de su reverberancia. © juan hernandez
Cuando coinciden voluntades, la convicción de los deseos cohabitan y ahora mi problema es, como capturo el eco de nuestras sombras, si algún día partes, la mía necesitara de su reverberancia.
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Fecha de registro: 19-may-2018 2:26 UTC
Licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0
Autor: Juan Hernandez

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