Belleza interna.
Dios
no quiso que la belleza de la rosa fuera eterna, por el contrario; fue su deseo
que al marchitarse la perdiera, quedando solo la pureza del motivo por el cual
fue cortada mismo que le sigue dando vida y así recordarnos que la belleza no
radica en la materia, sino en lo intangible de nuestros actos, los cuales aun
después de muertos nos siguen manteniendo con vida.
INFORMACIÓN DE REGISTRO
SAFE CREATIVE
Identificador: 2012076153328
Fecha de registro: 07-dic-2020 2:55 UTC
Licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0
Autor: Juan Hernandez
País: Mexico.
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