Mi musa
Mi
pluma sin palabras se quedó, me quede sin inspiración, mi musa se perdió.
En una jaula de oro la tenía y con palabras dulces susurradas al oído la
alimentaba, pero sin ella, mis rimas no salen, mis poesías son frías, la tinta
indeleble del frasco se seca, y mi papel en blanco la extraña; si la ves dile
que vuelva, que sufro sin ella, mi pluma la llama, y mi mundo es un desierto,
prometo como gratificación regalarle las alas de mi imaginación y mis sueños
aun no soñados cedérselos para que no tarde tanto, pues sin su presencia la
luna no sale. La jaula de oro romperé, la libertad le daré sin condición, pues
sin ella pierdo la razón, porque es la dueña de mi inspiración, de recompensa
ofrezco mil rimas y poesías en un solo día y a ella hacerla la dueña de
mi corazón.
Derechos de autor: Juan Hernandez.
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