Lluvia para mi alma.




Mientras la brisa rosa mi cara, tu recuerdo acaricia mi alma, evocaciones que actúan como espejo reflejan los motivos que hacen que tú seas  la puerta que atesora  mi dicha.  Cuando llegaste la cerraste  y mi felicidad quedo atrapada,  las nubes negras quedaron afuera y un cielo azul broto de tus ojos, mis manos volaron hacia ti como hojas secas,  mientras la luna intenta  llamar tu atención guiñando un ojo  a través de las nubes negras. Mi mayor deseo es que esto nunca termine, que sigas generando recuerdos, que vuelen y vistan los arboles desnudados por el invierno y  revivan en primavera, den  sombra para  poder  sentarme al pie de ellos y aunque no estés  físicamente,  pueda sentir  tu compañía.  Eres el espejo que refleja mi felicidad, eres nube blanca que deja caer lluvia de recuerdos que riegan mi alma. 

Derechos de autor: Juan Hernandez.





 


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